Madame Bovary de Gustave Flaubert
Emma Bovary es una joven infelizmente casada con un hombre aburrido e incapaz de complacerla. Es por ello que busca cumplir sus sueños y llegar a ser feliz con otros amores idealizados. Pero ninguno de ellos logra satisfacer su ansiedad e inquietudes vitales.
Si tuviera que elegir un libro para llevarme a una isla desierta, no sería Madame Bovary. Tampoco sabría en qué temporada del año recomendarlo, pues a pesar de tener una buena historia y una protagonista increíble, el estilo del autor es demasiado denso para mí.

Lo mejor de la novela está claro que es ella: Madame Bovary. Un personaje tan complejo que hasta dio nombre a una enfermedad psicológica llamada bovarismo, que consiste en la insatisfacción crónica por el frustrante contraste entre ilusión y realidad.
Entre tanta descripción, excesiva para mi gusto, me acordé de lo mucho que había disfrutado otras historias de época como Orgullo y Prejuicio de Jane Austen. Si bien esta última no es la que más me gusta de la autora, era imposible dejar de sonreír mientras lo leía. Puede que no tenga la complejidad de personajes de Madame Bovary, pero me parece mucho más entretenido y llevadero.

El gran éxito de Madame Bovary se debió al juicio moral que supuso en el sistema francés de mediados del siglo XIX, hasta el punto que el escritor fue procesado junto a su editor. Si Flaubert hubiese sido coetáneo a nuestro tiempo, creo que no le hubiera sido suficiente subir capítulo a capítulo en Wattpad para conseguir lectores… Me ha parecido difícil de leer, pesado y enrevesado.
Una de las cosas que más me convencen de la novela es la edición en la que la tengo. Porque sí, la apariencia es importante y más aún en una historia tan amarga como la de Emma. Quién iba a pensar lo distinto que sería el libro de su bonita portada. No de malo, sino de oscuro y triste. (Felicidades al editor, porque gracias a su «engaño» he leído el libro).

Para llegar a leer las mejores partes de Madame Bovary, hay que estar dispuesto a hacer lo mismo con los largos párrafos de naturaleza y ambiente que describe Flaubert. Para mí, el personaje de Emma hace que merezca la pena la historia. Eso sí, seguramente elegiría un mejor momento de lectura que un día de playa.
Antes de casarse, ella había creído estar enamorada, pero como la felicidad resultante de este amor no había llegado, debía de haberse equivocado, pensaba