En el verano más caluroso de 1935, una niña de trece años llamada Briony Tallis ve a su hermana mayor Cecilia quitarse la ropa y sumergirse en la fuente del jardín de su casa. Roobie Turner también la observa. Él, como Cecilia, ha llegado recientemente de Cambridge tras finalizar sus estudios. Al final del día, Briony comete un crimen que tratará de expiar durante el resto de su vida y cambiará así el día a día de los tres personajes para siempre.

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No hace mucho que subí una historia en Instagram anunciando que había acabado esta maravillosa novela y alguien me escribió: «esta historia es muy desgraciada». Pues sí, la verdad sea dicha, no es una historia feliz ni sencilla de leer (menos aún en su versión original) y tampoco es que ocurran muchas cosas en ella. Pero al contrario que en otras, del pasado y del presente, tiene una capacidad de sumersión alucinante.

Hacía mucho tiempo que no me metía de lleno en una historia o mejor dicho, que una historia no me metía de lleno en ella . Ha sido una experiencia lectora super bonita y enriquecedora en gran parte gracias a las detalladas descripciones que llenan de vida la novela y son capaces de hacerte oler cada olor y escuchar cada sonido.

A pesar de todo lo anterior, la forma de escribir del autor no es pesada ni aburrida, de hecho es muy irónica. Hay ciertas escenas metaliterarias en las que comenta el proceso creativo del escritor o reflexiona acerca de la literatura que llegan a reírse de sus propias descripciones sobre la luminosidad y objetos tan insignificantes como las piedras.

Además, la estructura de la novela es un puzzle genialmente construido y eso me ha mantenido en un vilo constante queriendo seguir leyéndola a todas horas. También tiene un desarrollo de personajes sorprendente con el que el autor no solo consigue ponerte en la piel de estos, si no en su mente, casi escuchando sus pensamientos. Una cosa que me parece muy difícil de hacer y que controla perfectamente Ian McEwan.

En definitiva, «Expiación» me ha parecido una novela perfecta para descubrir una de las cuestiones más debatidas del ser humano: ¿existe o no el perdón? ¿hay o no posibilidad de expiar (borrar las culpas) de los crímenes cometidos?

Atrévete a averiguar que piensa el autor al respecto, pero sobre todo, atrévete a enamorarte de los personajes. No te dejarán indiferente. Tal y como dice la canción de Vetusta Morla: «dejarse llevar suena demasiado bien» con esta historia.

Podía hablar de los bosques en invierno, y del siniestro muro de un castillo. ¿Pero cómo hablar de sentimientos?