Mes: diciembre 2020

Netflix y Memorias de Idhún

Jack es un chico aparentemente normal, hasta que un día sus padres son asesinados y un guerrero y un mago exiliados de Idhún aparecen con la intención de rescatarlo y llevarlo a Limbhad, el hogar de La Resistencia.

Allí conoce a Victoria, una chica que pasa por una situación parecida a la suya. Ambos deciden unirse a La Resistencia e intentar vencer a Ashran el Nigromante que se ha hecho con el poder en Idhún. Pero Kirtash, un joven asesino enviado por Ashran a la Tierra, no se lo va a permitir.

El mundo que ha creado Laura Gallego y el poliamor que forma entre los personajes principales me ha atrapado a la primera. Al principio he de reconocer que su manera de narrar la historia no me convencía del todo, pero a medida que avanzaba me iba creyendo más su mundo, me lo tomaba más en serio. Y esto es justo lo que no me ha transmitido su adaptación lanzada por Netflix (la primera parte de La Resistencia).

Como la trilogía de Memorias de Idhún aparece siempre entre las mejores de la literatura juvenil fantástica española, tenía muchas ganas de probar qué tal y leerla. De hecho, a pesar de haberse publicado en el 2004, no ha sido hasta este año cuando la autora ha decidido realizar una adaptación tras haberse negado innumerables veces a ello.

Así que las expectativas tampoco las tenía tan altas como los que realmente vivieron el boom de esta historia, es decir, la generación a la cual le pilló de lleno su lanzamiento. Sí que creo que de haberlo leído con 12 o 14 años, habría fangierleado muchísimo más con los personajes, porque para ser sinceros, lo que más te invita a seguir leyendo es el «salseo» entre Jack, Victoria y Kirtash que no me esperaba para nada.

Creo que una serie o película puede no ser fiel a su original y no por eso ser una mala adaptación, ya que si una historia desarrollada en 556 páginas se resume en 5 capítulos de 25 minutos cada uno, se da por hecho que habrá gran parte de ella que quede fuera.

Otra cosa distinta es hacer una síntesis de un libro mostrando lagunas entre escenas, capítulos y personajes. Una serie hecha solo para aquel que conozca la historia sin permitir a otros descubrirla.

Pero la verdadera polémica ha surgido alrededor de los actores de doblaje como Carlos Cuevas o Itzan Escamilla y solo viendo la serie o incluso el trailer en español se entiende el por qué. No hace falta ser un experto para darse cuenta que las voces de la animación no transmiten la emoción y seriedad tan necesaria y difícil de lograr en un mundo de fantasía, porque si los propios personajes de la historia no se creen lo que a ellos mismos les sucede, ¿quién se lo creerá entonces?

Creo que es una adaptación bastante fallida que deja indiferente tanto al público seguidor de la trilogía como a cualquier otro. Si os llama la atención la historia o queréis probar algo de esta escritora valenciana, el libro, en este caso, merece mucho más la pena.

Dentro de ti hay mucho más de lo que tú conoces

Lo esencial es invisible a los ojos

Mientras un piloto intenta reparar su avión averiado en medio del desierto del Sahara, se topa con un pequeño príncipe proveniente del asteroide B 612 que le pide insistentemente si puede dibujarle un cordero.

El piloto comienza entonces a conocer al Principito y sus aventuras en distintos asteroides, los personajes tan raros con los que se encuentra, lo que aprende sobre ellos y la relación tan especial que mantiene con una rosa y un zorro.

-Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.

Un libro que aunque a simple vista cualquiera puede relacionar con un cuento para niños, plantea unas enseñanzas y maneras de vivir que tan solo un adulto puede llegar a comprender. El Principito es muchas cosas, y una historia sin sentido no es una de ellas.

Siempre ha sido discutida cual es la mejor edad para leer El Principito. Y es que no sabes muy bien a quién se dirije el autor, si a los niños del presente o a aquellos que alguna vez lo fueron. De hecho es el propio piloto quien acaba reconectando, gracias al Principito, con aquel niño que fue algún día.

-Jamás ha mirado una estrella. Jamás ha querido ha nadie. No ha hecho más que sumas y restas. Y todo el día repite como tú «¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!» Se infla de orgullo. Pero no es un hombre; ¡es un hongo!

Cada capítulo narra una enseñanza distinta: la amistad, la madurez, el egoísmo… Pero no es nada aleatorio. Están todas ellas super bien iladas entre sí, haciendo que todo cobre un sentido único.

Me ha encantado.

Su visión del día a día de los adultos, sustituir las cosas que se quieren hacer por las que se deben hacer, la pérdida del niño que se lleva dentro, la importancia de cuidar las relaciones de amistad… Todo.

Un libro que por lo fino que es parece más bien un folleto. Entretenido y fácil de leer, con un simbolismo, valor de personajes e historias simplemente increíbles.

Lo esencial, es invisible a los ojos.